El primer satélite español cumple 8 años en órbita

Deimos-1 proporciona imágenes de 22 metros de resolución con un ancho de barrido muy amplio, de 650 km. Diseñado para ser compatible con los mismos canales de la serie Landsat, la capacidad multiespectral de Deimos-1 incluye tres canales: rojo, verde e infrarrojo. Deimos-1 es operado 24/7 y tiene capacidad para descargar información cada 90 minutos.
 
Las utilidades de los datos capturados por Deimos-1 son muy variadas, van desde aplicaciones agrícolas y forestales, hasta de monitoreo del medioambiente y gestión de emergencias y desastres naturales. Estos son algunos ejemplos de la diversidad de usos que han tenido algunas de las imágenes más recientes capturadas por Deimos-1:

Agricultura
La teledetección por satélite es una herramienta de gran utilidad en la monitorización y análisis de plantaciones agrícolas. Los sensores multi-espectrales de Deimos-1 proporcionan información que permite identificar diferentes tipos de cultivos, decretar el grado de sequía y estimar el estado y la salud de los mismos, haciendo de este satélite una herramienta clave para la agricultura de precisión y la evaluación de cosechas.

Desde 2011, Deimos Imaging es la empresa elegida por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos para proporcionar las imágenes de satélite que se utilizan para monitorizar y clasificar más de 100 tipos de cultivos de todo el país.

Aplicaciones forestales e incendios
El satélite Deimos-1 tiene en marcha un servicio operacional 24/7 mediante el cual se puede entregar una imagen en menos de 30 minutos tras su captura. Esta rapidez lo dota de gran capacidad de respuesta ante desastres naturales y situaciones de emergencia como incendios, inundaciones, vertidos tóxicos, etc.

Los datos de Deimos-1 ayudaron recientemente en la estimación de los daños producidos por los incendios de Pedrógão Grande en Portugal. La vegetación aparece en rojo en esta imagen procesada incluyendo el canal del infrarrojo. Los diferentes tonos de rojo proporcionan información crucial sobre el contenido de clorofila y la salud de las plantas. El área oscura visible en la imagen revela la extensión de la devastación del fuego.

Medioambiente
El gran ancho de barrido de Deimos-1 le permite cubrir áreas de hasta 650 km de largo, haciéndolo una herramienta ideal para capturar zonas de gran tamaño. Además, Deimos-1 permite modular las ganancias de su sensor individualmente para cada imagen adquirida, con el fin de obtener la mayor calidad posible.

Así, a pesar de la complejidad de capturar la zona de la Antártica en estas fechas, debido a las largas noches polares y a la gran cantidad de nubes, Deimos-1 fue el primer satélite óptico que capturó la plataforma de hielo Larsen tras el colapso en el sector C de la misma que dio origen al iceberg A68. Con un tamaño de 5,800 km2, es uno de los icebergs más grandes registrados.

Monitorización de conflictos
Las imágenes de satélite también son de gran utilidad para monitorizar zonas de conflicto donde la información es difícil de verificar de otra forma, dado los riesgos que implica tener gente en el terreno.

Las imágenes de Deimos-1 han sido utilizadas para identificar fuentes de polución en Irak. Desde el verano de 2016, Deimos Imaging ha monitorizado los pozos petrolíferos incendiados por Daesh en Qayyarah, a unos 60 kilómetros al sur de Mosul, Irak. Las imágenes capturadas por sus satélites Deimos-1 y Deimos-2 fueron utilizadas por instituciones y asociaciones para identificar el origen de la polución, realizar estimaciones de los daños ocurridos y ayudar a las autoridades en la implementación de operaciones de emergencia.

El sector de la Observación de la Tierra y su transformación
Estos son sólo algunos ejemplos de la utilidad de los datos capturados por Deimos-1. Sin embargo, en los últimos años, estamos siendo testigos de una enorme transformación en el sector de Observación de la Tierra. El modelo está cambiando rápidamente de uno basado principalmente “en píxeles” a otro donde productos derivados altamente cualificados extraen la información de estos píxeles para integrarla en grandes industrias y convertirla, casi en tiempo real, en herramientas eficientes para la toma de decisiones. Las imágenes de satélite nunca han sido tan asequibles y de fácil acceso como a día de hoy y, gracias a tecnologías como la computación en la nube, el “big data” y la geoanalítica, su utilidad se está ampliando significativamente, tanto para organizaciones como para individuos.

Bajo este nuevo paradigma, la información derivada de un flujo constante de datos de Observación de la Tierra en tiempo casi real podría llegar a ser tan omnipresente como lo son hoy en día la comunicación por satélite y los datos GPS. Estamos a punto de ser capaces de observar y medir la actividad humana y natural a escala global, a diario: cada ciudad, cada fábrica, cada campo, cada árbol, cada camión, cada barco... unas posibilidades sin precedentes.